Me gustaría empezar esta entrada defendiendo el término jugar a frisbee en vez de entrenar, es una simple opinión personal pero que creo que le da un toque de romanticismo infantil a nuestro deporte. Léxico aparte, la realidad de los equipos de ultimate frisbee en España y en gran parte del extranjero es que se componen de dos tipos de individuos muy diferenciados, cada uno con unas características propias tanto en lo físico como en el rol que llevan a cabo en el juego. Es por eso que se plantea una cuestión. ¿Deberían entrenar de forma diferente dentro de la misma sesión?

The Wake Forest ultimate frisbee team practices on Poteat Field on Friday, February 28, 2014.
El primer grupo de individuos es el popularmente conocido como “los veteranos”, en muchas ocasiones son los mismos que fundaron el equipo o el primer relevo a los que lo hicieron. Con la capacidad de manejar el disco de forma excepcional, sangre fría, responsabilidad y buen conocimiento de la táctica y movimientos sobre el campo. Con todas estas singularidades lo normal es que desempeñen la función de manejadores.
El segundo grupo se compone de jugadores que están en etapa de iniciación y que llevan como mucho tres años entrenando, por eso lo denominaría “los jóvenes”. Su principal virtud es el físico, dotados de resistencia y explosividad para ganar los metros necesarios que facilitan el desarrollo del juego, lógicamente dónde mejor explotan esas características es en la posición de cortadores.
Es cierto que hay jugadores que se encuentran entre ambos grupos, hay veteranos que hacen de cortadores por exceso de manejadores o jóvenes que se ponen de handler cuando tienen buen lanzamiento y faltan jugadores con experiencia en sus equipos, veteranos con un físico admirable, gente que se encuentra en el proceso de pasar del segundo grupo al primero… Pero mejor simplificar puesto que sino habría que escribir la biblia del ultimate.
Vayamos a la pregunta principal, la dinámica de entrenamiento suele ser para todos por igual y si es cierto que cada uno puede desarrollarla adaptándola a su ritmo, también lo es que eso no suele suceder. Pienso que para los mejor dotados físicamente se podrían hacer ejercicios específicos de fuerza explosiva como por ejemplo la pliometría entre muchas otras opciones mientras que con los más veteranos llevar a cabo un trabajo más centrado en la resistencia, a un ritmo menos exigente y menor carga para las articulaciones. No quiero que se entienda como una división total del equipo sino que planteo la idea de una sesión conjunta en el calentamiento, parte técnica, táctica y partido final con la única división en los 10, 20 incluso 30 minutos que se trabaje el físico. También podría ser interesante dedicar un día semanal exclusivamente a mejorar las capacidades físicas sin tener que coincidir el horario de veteranos con el de jóvenes. Lo que está claro es que hay muchas fórmulas de preparación cada una con sus ventajas y desventajas, pero tenía ganas de plantear la idea de deshomogeneizar las sesiones como ya se hace en tantísimos deportes.
Supongo que no es nada nuevo y que hay equipos que ya desarrollan situaciones parecidas ¿Cuál es vuestra visión del concepto y cómo jugáis en vuestro equipo?
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